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martes, 14 de junio de 2016
Equipo sin Ley
En Saltillo muchos nos hicimos aficionados al beisbol gracias a la administración de Juan Manuel Ley como dueño del equipo. Desde que llegó transformó al estadio, la organización, al beisbol en general. Posicionó la marca Saraperos entre las más reconocidas y prestigiosas del beisbol mexicano, después de varias temporadas en las que el equipo daba pena en la LMB. Rápidamente en 1999 contrató a jugadores que serían estandartes en la historia de la organización, Noé Muñoz, Eduardo Jiménez, Willie Romero, Refugio Cervantes, que era el emergente de lujo. Apuntalando a un equipo que ya tenía en sus filas a José de Jesús Muñoz, Vicente Verdugo, Luis Carlos Martínez, Luis Ignacio Ayala, entre otros; más adelante vendrían jugadores como Mike Romano, Jayson Bass, Morgan Burkhart, Kit Pellow, José Lima, Rafael Díaz, José Mercedes. Fueron tantos peloteros estelares que llegaron en esa época, que no dudo que se me escape alguno. En todos y cada uno de los años que estuvo Juan Manuel Ley al frente del equipo, Saraperos fue protagonista y calificó a la postemporada. El Parque Madero tuvo remodelaciones y nuevos atractivos, como la pantalla gigante, por lo que hasta la gente que no le gustaba el beisbol, iba a pasar un rato agradable viendo a los Saraperos, hacía promociones para que la gente fuera al parque, marcas nacionales como Presidente o Maseca se anunciaban en los espectaculares donde Eduardo Jiménez ponía la bola, concursos entre entrada y entrada. Recuerdo que los domingos era lleno seguro en el Parque Madero, no importando el rival, recuerdo el parque lleno entre semana cuando venían Tigres y Diablos, y los Sultanes en fin de semana. No tengo duda de que el Señor Ley fue el mejor dueño en la historia del equipo, le faltó el campeonato, que poco tiempo después lo conseguiría su hermano Álvaro. Lamentablemente esta década la familia ley se deshizo del equipo, no sé si Jorge Dávila o Antonio Nerio han sido realmente los dueños del equipo o prestanombres del gobierno del Estado, yo me inclino más por la segunda opción. Lo que es una realidad es que Saraperos enfermó desde el 2014 en que se fueron los Ley, una temporada terrible en la que el equipo no entró a postemporada, trayendo refuerzos extranjeros de medio pelo, desechos de otros equipos; lo mismo con los mexicanos, haciendo cambios sin sentido, en los que normalmente el rival sale ganando. La temporada pasada, a pesar de una ofensiva discreta, en la que sobresalía Manny Rodríguez, se pudieron colar a los play offs de la mano de 2 pitchers que tuvieron una brillante actuación como Edgmer Escalona y Robert Suárez, pero sólo alcanzó para perder en el primer play off ante Monclova; en 2016 la enfermedad ha recrudecido, gracias a Reynosa, los Saraperos no son sotaneros de la Zona Norte, se ha elegido mal a los extranjeros y ha habido pésimos cambios en cuanto a jugadores mexicanos, la enfermedad se refleja en el estadio, entradas pobres a comparación de hace una década, un estadio triste, las promociones lucen por su ausencia, los espectaculares carecen de marcas nacionales y los Saraperos parecen un enfermo crónico, un equipo sin rumbo, un equipo sin Ley. Que Dios bendiga a todos los que le han hecho tanto daño a los Saraperos.
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